La mayoría
de las personas viven en un estado de mucha tensión, el motivo a simple vista
parece ser la velocidad en la que se desarrolla la vida moderna, el estilo de
vida poco saludable que produce hábitos artificiales.
Estos
hábitos deterioran el cuerpo, y paradójicamente, las personas cuidan más su
automóvil, su lugar para mirar televisión, su cuenta bancaria, que su propio
cuerpo. La comida que se come, la rapidez con la que se come, y tantas cosas más, transforma a
las personas en seres sofisticados y aplomados por el exterior, pero violentos
y autodestructivos con nosotros mismos en el interior. La tensión se manifiesta
de muchas maneras: irritabilidad, dolores de cabeza, cansancio, falta de
memoria, trastornos digestivos, cardíacos, respiratorios entre varias otras. De
modo que optamos por realizar actividades recreativas a modo de disminuir esta
tensión, pero no siempre son efectivas porque fundamentalmente las
preocupaciones están ocultas en el subconsciente, y son estas tensiones las que
hay que tratar de relajar.
Por lo tanto, la relajación debe ser
aprendida, porque es evidente que no sabemos cómo llegar a estados de
relajación profundos. Cuando la mente está bajo estrés, el cuerpo segrega la
hormona llamada adrenalina, los músculos se ponen tensos, e influye en la actividad de los
órganos internos como el corazón, los vasos sanguíneos, colon y vejiga. El
sistema nervioso visceral golpea al sistema nervioso central, que a su vez
refuerza al primero. Como una rueda, esto va girando sobre sí mismo y
retroalimentándose, y el individuo le resulta difícil cortar el círculo vicioso
a pesar de tener una enorme cantidad de motivación para relajarse. Un sistema
debe ser tranquilizarse antes de que el otro se tranquilice también. ¿Es
posible relajar los órganos internos? Las investigaciones de laboratorio
muestran que es. Si uno logra suficientemente relajar los músculos
esqueléticos, sobre los cuales uno tiene control, es posible relajar los
órganos internos. Es por eso tan importante aprender una técnica de relajación.
Físicamente,
la relajación se mide por el grado de tensión muscular. Cuando disminuye la
tensión muscular, los estímulos de los
nervios en el sistema nervioso disminuyen. La información sobre el tono
muscular llega al cerebro de dos maneras. La primera es una transmisión directa
de datos relativos a la tensión muscular. Esta trasmisión es necesaria para la
regulación del tono muscular y sucede inconscientemente. De la misma manera,
esta información en relación con el tono muscular está integrada en la
conciencia a través del sistema activador reticular en el tronco encefálico en
la parte superior de la médula espinal, este sistema es responsable de la toma de conciencia.
Influye en estado de alerta, la vigilia y la percepción consciente a través
del estimulo en diversas partes del
cerebro. La entrada de estímulo relacionada a la tensión muscular sucede en el
campo de la percepción y una toma de conciencia del grado de tensión en los
músculos. El primer proceso sucede durante el día y la noche. Si una persona
duerme, su tono muscular aún se ajusta por el cerebro, pero no existe
conciencia de esa tensión muscular, como un segundo proceso, está ausente porque
el sistema activador reticular bloquea la percepción consciente durante el
sueño.
El efecto de
relajación yoguica en el tratamiento de tensión arterial da como resultado la disminución
excesiva de la estimulación del hipotálamo desde donde se controlan las funciones
autónomas del sistema nervioso autónomo y sistema endocrino. Los yoguis durante
mucho tiempo han declarado que la práctica de la relajación conserva energía.
Bioquímicamente, los efectos vigorizantes de la relajación dan como resultado l
disminución del consumo por parte del músculo de adenosin trifosfato (ATP). La
molécula de ATP proporciona energía para las reacciones bioquímicas en todo el
cuerpo. El ATP está conectado a la energía que impregna y activa todos los
procesos de vida. El organismo reacciona uniformemente a la tensión o estrés.
Un ratón, al ver un gato, aumentará su tensión muscular. La actividad del
corazón y la respiración se vuelven más
rápidas y contundentes. Se activan los recursos energéticos, varias hormonas se
liberan en el torrente sanguíneo, por lo que en poco tiempo, el ratón está preparado para la intensa actividad del cuerpo. (Este complejo se llama
reacción de “lucha – huida”). El cuerpo
de un hombre bajo estrés, en un entorno social reacciona de una manera similar.
Por ejemplo, si uno se enoja, digamos en
presencia de una persona que lo disgusta, el cuerpo activa todas las funciones
bioquímicas para prepararse para la lucha, si es necesario. Sin embargo, en
esta situación particular, la lucha está fuera de cuestión. Esa reacción a la
cual el cuerpo se ha preparado, no tiene lugar debido a la contención social. Si
estas situaciones son eventuales, no producen mayor daño, pero lamentablemente
esas situaciones son frecuentes en la vida moderna. Con cada uno de estas reacciones
no cumplidas, se activan mecanismos fisiológicos en el cuerpo, bombeo de hormonas y energía nerviosa
en tejidos y órganos, sobrecargando los sistemas del cuerpo. No es sorprendente
que la enfermedad aparezca.
Es urgente
alguna forma de relajación para el hombre moderno. Supresores de tensión
químicos no son la respuesta. Drogas, sise toman en forma regular, pueden crear
dependencia; También, algunos relajantes químicos tienen efectos secundarios
perjudiciales. La relajación parece cada vez más a ser la respuesta a este
problema. Los cambios fisiológicos durante la relajación son todo lo contrario
a los subrayados anteriormente. Una comparación entre el estrés y relajación
medido por EEG muestra disminución del tono muscular, la presión arterial, ritmo
cardíaco, sudoración y secreción hormonal aumentados durante el estrés, la onda
beta del cerebro (rápida) disminuyó durante la relajación, aumentando el ritmo alfa
(más lento).
En el Yoga
existen un sin número de técnicas que logran el estado de relajación profunda,
como por ejemplo el Yoga Nidra, una poderosa técnica derivada de las más
antiguas tradiciones en donde uno aprende a relajarse con conciencia total.
En el sueño descansa el cuerpo, pero en yoga nidra descansa la mente y el
cuerpo. Elimina la fatiga y vigoriza el cuerpo.
Yoga nidra es
beneficioso para la salud corporal y es también una buena práctica en la fase
preparatoria para la meditación. A diferencia de otros métodos de relajación,
yoga nidra no hace la mente esté atontada o soñolienta. En este proceso, el
cuerpo duerme, pero la mente se mantiene alerta y consciente. Esa conciencia
relajada aumenta la receptividad y la profundidad.
Se ha hecho la
práctica de Yoga Nidra para el manejo de muchas de las enfermedades
psicosomáticas, y han encontrado que es útil en muchos casos de estas enfermedades
como el asma, la hipertensión y algunos casos de diabetes, incluso hasta el
punto de la eliminación de la enfermedad. ¿Por qué? La razón es muy simple: una
vez que usted alcanza relajación fisiológica desaparecen los desequilibrios en
los diversos órganos internos del cuerpo. La condición de estrés, la condición
de tensión es eliminada, y en ese momento los órganos internos del cuerpo
comienzan a trabajar de una manera sistemática. Las glándulas endocrinas
comienzan a trabajar con eficacia. Los sistemas respiratorios y cardíacos
empiecen a trabajar de manera equilibrada a través de la armonía y equilibrio
en todo el sistema.